Bokashi: compost rápido

Compostaje rápido: el bokashi

¿Qué es el bokashi?

El Bokashi es un abono orgánico obtenido por fermentación en un corto plazo de diversos materiales orgánicos entre los que se encuentran el estiércol, el salvado de trigo, tierra, melaza, ceniza o harina de roca. El objetivo principal del bokashi es activar y aumentar los microorganismos beneficiosos que se encuentran en el suelo de forma que promovemos su fertilidad natural y su biodiversidad.

Se obtiene en una fermentación en presencia de aire de los materiales orgánicos inoculados con materias biológicamente ricas.

Los ingredientes

Deben ser elegidos entre los más cercanos a nuestro hábitat. Para elegirlos sólo tendremos que saber cuál es su función:

  • Un elemento que aporte volumen y homogeneidad: la tierra de nuestro huerto.
  • Carbono precursor de humus: paja bien picada.
  • Fuente de nitrógeno: cualquier estiércol nos valdría, preferiblemente gallinaza.
  • Para mejorar la estructura y textura del suelo absorbiendo agua y nutrientes: carbón vegetal triturado.
  • Para favorecer su maduración se emplearán materias que aumenten la actividad microbiológica: el salvado de trigo.
  • Aporte de minerales: harina de rocas o ceniza.
  • La energía para que comience el proceso de manera rápida: melaza u otros elementos como azúcar o miel que activan la multiplicación de bacterias.
  • Un inóculo microbiano que puede ser compost o bokashi ya maduro.
  • Un activador para acelerar el proceso los primeros días: la levadura de pan.
  • Para aportar humedad a la mezcla: agua sin cloro.

El proceso

La mezcla de ingredientes debe calentarse por encima de los 30 ºC sin pasar de los 65 º. Para ello se volteará las veces necesarias. No se realizará este proceso en épocas muy frías ni muy calurosas ni en lugares expuestos al sol o a la lluvia.

La humedad del montón será la imprescindible para la vida microbiana pero no excesiva que eliminaría el oxígeno. La fermentación completa se realiza en quince días.

Aplicación

Se utiliza mezclado con el suelo, nunca en contacto directo con las raíces en cantidades de 200 a 300 gr por metro cuadrado.