Un vehículo híbrido es aquel cuyo método de propulsión combina un motor eléctrico y un motor de combustión. El motor eléctrico almacena la energía eléctrica en más de una batería, para poder arrancar el motor y circular. Y el motor de combustión es igual que los motores de gasolina habituales.
Existen tres tipos de vehículos híbridos:
- Híbrido puro: este vehículo puede circular utilizando solo el motor eléctrico, que se pone en funcionamiento de manera automática cuando por circunstancias del tráfico haya que realizar numerosas paradas. El conductor podrá activar el motor eléctrico cuando la velocidad de conducción no supere los 60 km/h.
- Híbrido enchufable: este vehículo cumple con las mismas características que el anterior, pero además puede obtener su energía conectándose a la red eléctrica. Y permite, en recorridos urbanos, utilizar el motor eléctrico como mínimo durante 30 km.
- Semihíbrido: este vehículo se ayuda del motor eléctrico solo en la tracción del motor de combustión. Se emplea en el arranque y en momentos de máximo esfuerzo para impulsar el motor de gasolina. A diferencia del híbrido puro no es independiente el motor eléctrico.
Ventajas de los coches híbridos:
- Reducen de la emisión de gases que contaminan, además de ser más eficientes en el consumo de combustible fósil.
- En recorridos breves se puede utilizar solo el motor eléctrico, normalmente en recorridos urbanos, que es donde existe más gasto de combustible.
- Su motor eléctrico es bastante potente y al estar desconectado no se descarga.
- Su contaminación acústica es menor pues su motor es muy silencioso.
- La autonomía de estos coches es mayor y se recargan de una forma fácil y sencilla.
- Es ecológico y muy fácil de usar.
El ahorro energético de estos vehículos ocurre en los recorridos urbanos, pues las baterías de los híbridos se recargan en los descensos y en las frenadas. Anualmente un híbrido puede ahorra más o menos entre unos 200 litros de gasolina, en su mayoría en recorridos urbanos. Al utilizar menos combustible estamos ayudando con al medio ambiente, ya que existen menos emisiones de CO2 .
Es recomendable el uso de estos vehículos sobre todo en centros urbanos. En recorridos de larga o media distancia, actuará como un vehículo normal utilizando su motor de combustión interna, aunque seguirá ayudándose del motor eléctrico, cuando necesite un gran aporte de energía.
Los vehículos híbridos deben de comprarse con su tecnología incorporada, pues lo vehículos convencionales no pueden ser transformados para ser utilizados como un vehículo híbrido.
Los fabricantes deberán de ofrecer garantías de entre 8 y 12 años por sus baterías.
Uno de los pocos frecuentes problemas con los que se pueden encontrar, es a la hora de intentar cambiar piezas, puesto que los recambios son escasos en comparación con los vehículos convencionales, ya que es una tecnología en desarrollo.
En España en la actualidad existen determinadas ayudas para adquirir este tipo de vehículos.