El huerto no sólo se reduce al cultivo de hortalizas, también se pueden plantar árboles frutales. Los árboles frutales, además de darnos sanas y sabrosas frutas, pueden ser beneficiosos por otros motivos, como la recuperación del terreno (sobre todo cuando se trata de árboles de hoja caduca), por la incorporación de materia orgánica o la formación de seto mediante estos árboles.
A diferencia de la mayoría de las hortalizas, los árboles frutales nos darán cosechas por muchos años, por este motivo es muy importante elegir bien la especie que se quiere cultivar y darle una adecuada ubicación, ya que en ese mismo lugar quedará por varios años (dependiendo de la longevidad de la especie elegida).
En cuanto a la elección de especies y variedades hay que tener en cuenta varios aspectos:
- La polinización. Algunas variedades son autocompatibles, pero otras tienen que ser polinizadas con polen procedente de plantas de otra variedad, en este caso habría que cultivar dos variedades.
- El tamaño del árbol. Los árboles proyectan sombra y esto puede afectar a las plantas cultivadas en torno a él. Todo dependerá también del tamaño de la tierra que estamos cultivando.
- Condiciones edafoclimáticas. Dependiendo del tipo de terreno que tengamos y del clima existente en la zona de cultivo podremos cultivar unas especies u otras.
- Fecha de recolección de la fruta. Si elegimos bien las variedades nos podremos abastecer de fruta todo el año.
En general, el mayor problema que suele tener el cultivo de árboles frutales son los pájaros, ya que pueden mermar considerablemente la cosecha. Para evitar esto se pueden colocar objetos que ya sea por su brillo o su sonido resulten disuasorios para las aves. También se puede construir una estructura sobre los árboles que evite que las aves se acerquen a ellos o proteger mediante plásticos cada fruta.
Una de las labores de mantenimiento comunes para todos los frutales son las podas. De esta forma controlamos el tamaño, el perfil de la copa y la formación de yemas florales. A la hora de podar es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones técnicas:
- Cuando se vaya a eliminar una rama, habrá que cortarla 1 centímetro por encima de su unión con la rama madre.
- Las yemas siempre crecen en la dirección en que están orientadas, por lo que se deberán eliminar las yemas en dirección descendente.
- Las podas estivales restringen el crecimiento y estimulan la brotación de yemas fructíferas.
- El corte debe realizarse con tijeras afiladas, lo más limpio posible y siempre cerca de una yema.