La verdolaga (Portulaca olerácea) es una hierba anual rastrera, con tallos ramificados carnosos, así como sus hojas. Es considerada como una “mala hierba” pero fue una verdura cultivada hasta el siglo XVI en la Península Ibérica. Como tal era apreciada por sus propiedades diuréticas, antifebrífuga, antiescorbútica, rica en sales minerales.
Se consumía sobre todo en fresco, en las ensaladas. También eran consumidos los tallos encurtidos o cocida para tortillas o potajes. Se ha usado su jugo como insecticida y como ornamental en jardines en la Edad Media.
Actualmente aparece como hierba silvestre en las zonas templadas y tropicales de casi todo el mundo y se cultiva en algunos países. En Europa se cultiva en Gran Bretaña, Países Bajos o Grecia. En Francia sigue siendo apreciada, pero en España es una verdura venida a menos y que está asociada a épocas de escasez de alimentos.
Su riqueza en calcio, magnesio, hierro y vitaminas A y C son buenos motivos para rescatarla para nuestras mesas. Sigue habiendo referencias de su uso actual en la zona centro de la Península , sobre todo en los platos tradicionales de puchero y en la zona de Murcia como encurtido.
Prácticamente, nos saldrá en verano en el huerto sin necesidad de sembrarla y si dejamos que florezca se generará una zona permanente con su presencia que podemos ir controlando en función del consumo que hagamos de ella y lo que nos moleste a los cultivos que tengamos. Sólo necesita agua. La recolección debe hacerse antes de que florezca ya que estará mucho más tierna.