Cuanta más biodiversidad haya en el huerto más productivo será y tendrá menos problemas de plagas y enfermedades. Además, las plantas medicinales y aromáticas son especialmente recomendables, ya que tienen propiedades repelentes de parásitos y hongos, crean condiciones favorables para la presencia de insectos depredadores de parásitos y confieren al huerto color y aroma.
Antes de introducir estas plantas en el huerto, conviene estudiar que especies combinan mejor entre ellas y también su sinergia con el resto de plantas del huerto. La elección de su ubicación dependerá del espacio que tengamos, si disponemos de poco espacio se pueden plantar entre los cultivos, si hay espacio suficiente lo ideal es crear setos medicinales alrededor de todo el huerto.
La mayoría de las plantas aromáticas y medicinales son fáciles de cultivar, dada su alta rusticidad, requieren pocos cuidados, abonados y riego. No obstante, si el suelo es muy pobre, conviene hacer un aporte con abono orgánico. Si el suelo fuera demasiado arcilloso, convendría añadir arena lavada de río. Normalmente son exigentes en cuanto a luz solar, por lo que es mejor ubicarlas en un lugar soleado. Suelen desarrollarse muy mal en los suelos encharcados.
Antes de la plantación conviene labrar el terreno superficialmente, para que quede suelto y mullido. La siembra puede ser directa o en semillero y posterior trasplante. El periodo óptimo de siembra es en primavera, aunque se pueden sembrar durante todo el año, excepto en días de mucho calor o mucho frío.
Una de las ventajas de introducir plantas aromáticas en el huerto es su papel frente a plagas y enfermedades, estas son algunas de las plantas más usadas y sus propiedades como repelentes de parásitos:
- Ajedrea: posee acción repelente frente a los pulgones y gorgojos de las leguminosas y a la mosca de la cebolla.
- Ajenjo: repele al escarabajo de la patata, gusanos, araña roja y orugas.
- Albahaca: hace buena asociación con cultivos de pimientos y tomates. También evita las plagas de araña roja y mosca blanca.
- Capuchina: tiene acción repente contra pulgones, hormigas, caracoles y mosca blanca. También es beneficiosa porque atrae a insectos beneficiosos.
- Cebollino: hace buena asociación con la zanahoria, ya que repele sus plagas. También tiene efecto contra la roya del manzano.
- Ortiga: repele pulgones y hongos de las plantas cultivadas en su entorno.
- Romero: repele las plagas que atacan a coles, alubias o zanahorias.
- Salvia: eficaz contra nematodos.
- Tomillo: evita los ataques de la mariposa de la col.
Aparte de las ya mencionadas, hay muchas plantas aromáticas, condimentarias o medicinales que se pueden utilizar en el huerto, algunas de estas: alcaravea, aloe, angélica, anís, azafrán, borraja, caléndulas, consuelda, equináceas, espliego, hierba luisa, hisopo, laurel, lavanda, manzanilla, mejorana, melisa, menta, pelitre, ricino, stevia, tanaceto o valeriana, entre otras.