Nueva Zelanda ha iniciado una campaña para eliminar los envases de plástico en productos frescos en los supermercados. Además varias empresas del sector alimentario han firmado una Declaración de Embalajes Plásticos en las que cada una adquiere un compromiso individual encaminado a que todos los envases y las etiquetas sean 100% reutilizables, reciclables o compostables para 2025.
Algunos supermercados exponen las frutas y verduras sin ningún tipo de envoltorio, en expositores en los que se nebuliza agua para mantenerlos frescos, agua que después es sometida a ósmosis y reutilizada. Si tenemos en cuenta que muchas verduras vienen envueltas y/o envasadas en algunos casos con dos envases, se reduce la cantidad de plástico considerablemente. Algo que ocurre en las clásicas fruterías en nuestro país que ofrecen el producto a granel, práctica que no se debería perder en las grandes superficies, brindando la oportunidad de realizar la compra con bolsas propias reutilizables.
A pesar de lo llamativo de la campaña, la mayoría de empresas firmantes se comprometen a que sus embalajes sean reciclables sin que haya un objetivo claro de reducción de envasado. Al incluir la reutilización como opcional al reciclaje no está claro que el consumo de plástico, que es lo que más nos preocupa, vaya a disminuir.