Uso de calderas de biomasa en la UE

Actualmente los combustibles más utilizados para las calderas son los sólidos, siendo normalmente  manual la alimentación de las calderas y utilizándose en muy pocas ocasiones la  alimentación automática.

En Europa los países donde más se utiliza este tipo de combustible son Rumanía y Polonia. Conocemos este dato por la relación existente entre las condiciones climáticas y las ventas de cada país. Aunque existen otros factores, como comparar las ventas de las calderas de biomasa sólida con el resto de calefacción central, las primeras son una parte pequeña del total.

La potencia media de las calderas de más de 60 kW está en 90 kW para calderas de pellets y manuales, y para las calderas de astillas de madera la media es de 160 kW.

En 2010 la UE  tenía un stock de más o menos 5 millones de calderas de biomasa de baja potencia, en su mayoría en Rumanía y Polonia.

En comparación con otros productos de parecidas características estas calderas son un pequeño porcentaje.

Mercado.

En los años 90 en Europa tras la caída del Telón de Acero, el mercado de calderas de combustible sólido sufrió tendencia a la baja, pues dejaron de demandarlo los países de la Europa oriental.

A partir del año 2000 Europa implanto y apoyo el uso de la biomasa como energía renovable, contrarrestando los elevados precios de la electricidad, gas y petróleo. Apareciendo en ese momento los pellets como energía, utilizada en los sistema de calefacción  de uso doméstico.

En la actualidad los sistemas de calefacción con combustible sólido están saturados, y las ventas se paran, esperando entonces a que termine su vida útil, para cambiarla por otras.

Inversión y disponibilidad.

  • Factores:
    • Internos:
      • Recursos en tecnologías con un gran nivel de eficiencia energética.
      • Precios altos de los equipos.
      • Elevado coste de operación y mantenimiento.
  • Externos:
    • Canales y disponibilidad de suministros.
    • Coste comparativo con otras fuentes de energía.
    • Otras formas de calefacción central doméstico.

Cuando se va a realizar la compra el comprador lo primero que hace es mirar el coste que le supone la inversión. Pero hay que tener en cuenta que el coste puede verse reducido por la disminución en los gastos de operación. Además de que la UE debe de apoyar  la compra de estos sistemas de calefacción de biomasa de alta eficiencia. Aunque la electricidad como energía tiene un alto coste, su gran disponibilidad hace que se utilice más que combustibles como la biomasa.

Sector residencial centralizado.

Los sistemas de calefacción central en uso doméstico es un factor muy importante en la evolución de las calderas de biomasa. En la UE la mayoría de los hogares tienen un sistema de calefacción centralizado. El calor se reparte a través de calderas de gas o eléctricas.

La calefacción centralizada de uso doméstico se ha incrementado en la mayoría de las viviendas de la UE. Se prevé que a partir del año 2010 la utilización de biomasa para la calefacción central aumente en un 65% de los hogares.

Los países que más utilizan estos sistemas son España, Lituania, Bulgaria, Polonia y Estonia.

Pellet.

Se prevé que en un futuro evolucione el  mercado de calderas de biomasa sólida dentro de la UE, reduciéndose las ventas de caderas de astilla y de leña y aumentándose las ventas de calderas de pellets, ya que estas últimas ofrecen más ventajas tecnológicas y un coste menor en cuanto a instalaciones.

Calderas de biomasa en el año 2025.

En la UE de entre las calderas de biomasa, la leña es el tipo más utilizado, las calderas de astillas y pellets solo representa el 5%. Para el año 2025 se prevé que aumente el uso de pellets y descienda el de la madera y astillas.