La drástica desaparición de la biodiversidad pone en grave riesgo el futuro de la alimentación, de la salud y el medioambiente. Así ha alertado la FAO (la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) al presentar el primer informe mundial sobre el estado de la biodiversidad mundial. No hay vuelta atrás.
La biodiversidad para la alimentación y la agricultura es el subconjunto de la biodiversidad que contribuye de una u otra manera a la agricultura y la producción de alimentos. Incluye las plantas y animales domesticados que forman parte de los sistemas de cultivos, ganado, bosques o acuicultura, especies forestales y acuáticas cosechadas, los parientes silvestres de especies domesticadas y otras especies silvestres recolectadas para alimentos y otros productos. También abarca lo que se conoce como "biodiversidad asociada", la amplia gama de organismos que viven en y alrededor de los sistemas de producción de alimentos y agrícolas, los sustenta y contribuye a su producción.
Esta biodiversidad es indispensable para la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible. Crea y mantiene suelos saludables, es responsable de la polinización de las plantas, controla las plagas y proporciona hábitat para la vida silvestre, incluso para los peces y otras especies que son vitales para la producción de alimentos .
La biodiversidad hace que los sistemas de producción y los medios de vida sean más resistentes en situaciones críticas, incluidas las causadas por el cambio climático. Es un recurso clave en los esfuerzos para aumentar la producción de alimentos y limitar los impactos negativos en el medio ambiente. Contribuye de muchas formas a los medios de vida de muchas personas, a menudo reduciendo la necesidad de que los productores de alimentos y productos agrícolas dependan de insumos externos costosos o dañinos para el medio ambiente.
La biodiversidad a nivel genético, de especies y de ecosistemas ayuda a generar recursos para abordar los problemas planteados por las condiciones ambientales y las circunstancias socioeconómicas diversas y cambiantes. La diversificación de los sistemas de producción, por ejemplo, mediante el uso de múltiples especies, razas o variedades, integrando el uso de cultivos, ganado, biodiversidad forestal y acuática, o promoviendo la diversidad de hábitats en el paisaje marino local, ayuda a promover la resiliencia, mejora los medios de vida y apoya la seguridad alimentaria y nutrición.
Muchos componentes clave de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura a nivel genético, de especies y de ecosistemas están en declive. La proporción de razas de ganado en riesgo de extinción está aumentando. En general, la diversidad de cultivos presente en los campos de los agricultores ha disminuido y las amenazas a la diversidad de cultivos están aumentando. El 26 % de las razas de ganado en el mundo está en peligro de extinción y han desaparecido el 24 % de las especies silvestres alimentarias (una estimación, podría ser mucho mayor).
Nuestro granito de arena pasa por conocer para conservar. En cada lugar en que vivimos podemos participar del conocimiento tradicional de las especies que han alimentado y curado a nuestros ascendientes recogiendo este legado para que podamos reproducirlo para las generaciones futuras.