Hace unos días la Unión Europea propuso reducir un 30% las emisiones de los camiones para 2030 y usar en esta fecha al menos un 35% de energías renovables.
Un objetivo bastante templado si tenemos en cuenta que en 2014 ya propuso recortar las emisiones de CO2 a más del 40% teniendo en cuenta los valores de los años noventa y exigir al menos un 27% de energía renovable.
Se renunciaron entonces también a los objetivos sobre eficiencia energética y a presentar la directiva que regulara la extracción de gas de manera no convencional a través de la fracturación hidráulica.
La UE quiere alcanzar un triple objetivo para el año 2030: mayor cuota en energías renovables, ahorro energético y recorte en emisiones; pero debido a las crisis, en algunos países miembros de la UE, la lucha contra el cambio climático ha pasado a formar parte de un segundo plano, disminuyendo las metas de energías renovables y la reducción de emisiones, sobre todo por parte de las empresas industriales, ya que creen que pierden competitividad con otras empresas situadas en países donde la política medioambiental es más permisiva.
En resumen podemos decir, que aunque haya habido pequeños avances, todavía se está muy lejos de cunplir los objetivos de París.