Para elegir el sistema de riego que vamos a usar en nuestro huerto tendremos que tener en cuenta varios factores: la presión de agua que podemos obtener, el tipo de terreno, el clima (precipitaciones y humedad) y el tipo de cultivo son algunos de ellos.
Una vez analizados estos factores podremos elegir el sistema de riego que más se adapte a nuestro cultivo. A continuación exponemos algunos de los más frecuentes:
- Riego con mangueras. Este tipo de riego se recomienda para huertos de pequeñas dimensiones. La ventaja es que es un sistema sencillo, sin complejas instalaciones y las desventajas son que hay que dedicarle bastante tiempo al riego, sujetando la manguera, y además sólo se moja la parte más superficial de la tierra.
- Riegos con regadera. También se recomienda para huertos de pequeñas dimensiones y tiene las mismas ventajas y desventajas que el riego con mangueras. Está indicado para el riego de plántulas recién trasplantadas.
- Riego por inundación. Consiste en inundar los surcos o caballones y el agua suele venir a través de canales creados expresamente para ello. En general, este tipo de riego no es muy recomendable ya que comprime y apelmaza la tierra, además si no se repite con la adecuada frecuencia causa estrés hídrico a las plantas. Por otra parte, es el método que más cantidad de agua consume. En todo caso solo tiene buenos resultados para algunas especies comon el arroz, las patatas, los tomates o las lechugas.
- Riego por aspersión. Este tipo de riego se basa en unos aparatos que disparan el agua a presión hacia arriba, dando vueltas continuamente y regando un radio que dependerá de la presión del agua, se trata así de imitar al riego uniforme de la lluvia. La desventaja es que se gasta mucha agua y que se mojan las hojas, lo que puede favorecer la proliferación de hongos en otoño o quemazos en las hojas en verano. Sólo es apto para algunos cultivos como maíz, patatas, cebollas, guisantes y habas, pero nada recomendable para tomates, pimientos, berenjenas, judías, calabacines y plantas medicinales.
- Riego por goteo. Este método está recomendado para lugares donde el agua es un factor limitante. Consiste en una red de mangueras con goteros intercalados. Permite controlar y programar el riego, siendo un sistema muy eficiente en cuanto al ahorro de agua. Si se combina con otros métodos como el acolchado con paja el ahorro de agua es mayor.