Te explicamos cómo seleccionar, extraer y conservar las semillas de las berenjenas.
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1. Autogamia y polinización cruzada
Las solanáceas (tomates, pimientos, berenjenas) son autógamas (polen y óvulo son de la misma flor). En la berenjena, al igual que el pimiento también es fácil que ocurran polinizaciones cruzadas entre distintas variedades de berenjenas, con lo que separaremos al menos 50 metros con barreras de otros cultivos para conservar la variedad que queramos. También se puede aislar una planta con malla antiinsectos o embolsar con papel algunas flores.
2. Selección del fruto
Se deben cosechar cuando están bien maduras y hayan cambiado de color (las violetas se ponen marrones, las blancas se ponen amarillas) y dejarlos hasta que se arruguen para extraer la semilla. Se elegirá la berenjena que conserve mejor las características de la variedad, de las plantas más vigorosas y sanas.
3. Extracción de la semilla
La extracción más sencilla es en seco, habiendo dejado que el fruto pierda humedad y se arrugue se sacan las semillas fácilmente. También puede triturarse la pulpa en trozos con agua a baja velocidad para separar las semillas y se secan.
4. Conservación y viabilidad de la semilla
Se conservarán en lugar oscuro, seco y fresco. Su viabilidad mínima es de 5 años.