Aprender a hacer semilleros es la manera de ser autosuficientes en el abastecimiento de plantel y la posibilidad de tener variedades que no están el mercado, colaborando al mantenimiento de algunas en peligro de extinción. Cuando la disponibilidad de semilla es baja habrá que tomar algunas precauciones antes de ponerse a reproducirlas.
Primero hay que valorar el sitio donde van a estar los semilleros hasta su trasplante. Necesitamos un espacio bien iluminado y protegido del frío. Tenemos que tenerlo cerca para vigilarlo o instalar calefacción y riego automatizados. Si es poca cantidad será suficiente buscarle un sitio en casa. Dentro de casa tendremos la ventaja de que la temperatura será ideal para la germinación, pero para crecer necesitará iluminación por todos lados para evitar que crezcan hacia la luz con un tallo debilitado. Es el momento de instalar un pequeño invernadero en un balcón o terraza bien orientados, vigilando las temperaturas extremas.
La elección del sustrato es esencial. Lo ideal es utilizar un sustrato específico para semilleros o lo podemos elaborar teniendo en cuenta que necesitamos un material que absorba humedad (fibra de coco, turba) y un material que nos aporte alimento (humus de lombriz, compost maduro). Podemos añadir perlita o vermiculita para airear la mezcla y aumentar su capacidad de retener la humedad.
Los materiales de los semilleros pueden ser de plástico o poliespán aunque podemos reutilizar ciertos envases de casa para este uso como los de yogures o los rollos de cartón del papel higiénico. Así daremos un segundo uso a estos desechos caseros. También los hay de turba que son compostables y se pueden enterrar con la planta.
El mantenimiento de la humedad del sustrato es otro punto delicado. Mantener húmedo el sustrato sin que llegue a secarse completamente, pero sin encharcarlo es todo un reto. A simple vista podemos ver el aspecto de las plantitas, una tendencia a amarillear, si no es por falta de luz, puede ser por exceso de riego. Al tacto podemos apreciar si tiene humedad sobre todo al principio durante la germinación. Más adelante serán las plantitas las que nos indiquen la necesidad.