Para que un abono verde cumpla su función hay que tener en cuenta en qué época se tiene que desarrollar para que nos cubra el suelo y tenga tiempo de llegar a la floración. También hemos de pensar cuándo queremos tener la tierra disponible para la siguiente siembra de hortalizas.
Abonos verdes para cultivos tempranos
Si vamos a sembrar pronto en la primavera nuestros cultivos, elegimos un abono verde sensible al frio dándole tiempo a crecer antes de que lleguen los hielos y a descomponerse con ellos. Como fecha límite de siembra sería finales de agosto o como mucho septiembre para especies de crecimiento rápido. Algunas opciones:
- Habas: como leguminosa siempre será interesante, crece rápido. Puede rebrotar si no se elimina de base.
- Trigo sarraceno: muy rústico, cubre pronto el suelo. Se puede mezclar con otros como mostaza o facelia.
- Girasol: crece rápido y necesita poco riego para nacer.
- Facelia: muy rápida, floración melífera.
- Mostaza blanca: es la más rápida de crecimiento, se le considera nematicida.
Abonos verdes para segar en primavera
Si el cultivo siguiente es a finales de primavera ponemos especies que aguanten el frio para que crezcan durante el invierno y poderlas cortar en primavera. Se siembran hasta finales de septiembre. Algunas opciones:
- Centeno: ideal asociado con veza a partes iguales.
- Veza: cubre enseguida el suelo. Combinada con gramíneas como centeno o avena.
- Habas: también se combinan con una gramínea.
- Colza: combinarla con gramínea o leguminosa.