Descripción y características: Es una planta anual de crecimiento rápido. Sus orígenes se sitúan en Asia.
La parte de la planta que se consume es la hoja.
Tierra y abonado: Prefieren tierras aireadas y ricas en humus. No son muy exigentes en cuanto a nutrientes, por lo que si la tierra no es demasiado pobre, no hace falta añadirle compost, aunque será positivo para su desarrollo añadir una capa de lombricompost después de la siembra. El elemento que en defecto puede ser limitante de su desarrollo es el nitrógeno.
Siembra de espinacas: La siembra puede ser directa, en líneas o a voleo, o en semillero para su posterior trasplante. La época de siembra va de agosto a febrero, ya que lo que no soportan bien son las altas temperaturas de verano que hacen que se espigue. La separación entre plantas será de aproximadamente 20 centímetros. Conviene sembrarlas escalonadamente, cada 20 días, para que la cosecha sea paulatina.
Labores y mantenimiento: Aproximadamente a las dos semanas de la siembra convendrá realizar un clareo, dejando unos 8 centímetros entre espinacas, para que no se hagan competencia por exceso de población. No son muy exigentes en riego, pero si les proporcionamos un riego por goteo, junto con un acolchado, nos aseguramos de que la cosecha sea buena.
Recolección de la espinaca: Se realizará aproximadamente a los dos meses de la siembra. No se realizará después de un riego, ya que las hojas se ponen turgentes y es más fácil que se rompan. Se pueden ir recolectando hojas poco a poco, según nuestras necesidades, o se puede recolectar la planta entera, esta es la forma usada para comercializar el producto. En el caso de que se recolecte la planta entera, se efectuará un corte a un centímetro bajo el suelo. Si tenemos una producción muy alta y no las queremos cosechar todas se pueden dejar como abono verde, ya que está comprobado que sus blandas hojas y masa radicular constituyen un alimento de fácil asimilación para los organismos del terreno.
Nombre científico: Spinacia oleracea
Familia: Chenopodiaceae