Cada especie puede requerir un tipo determinado de técnica reproductiva, pero además hay otros factores (las dimensiones del terreno en el que vamos a sembrar, las necesidades de espacio que requerirá la planta en su fase adulta, etc.) que pueden influir a la hora de decantarnos por una o por otra.

Cada cultivo tendrá un periodo óptimo de plantación de manera que si se siembra fuera de este periodo las plantas corren el riesgo de no germinar o madurar demasiado tarde. Por este motivo es importante conocer cuál es la fecha indicada de siembra para cada especie.

De los cultivos de verano podemos hacer nuestros propios semilleros de casi todo. Desde las solanáceas hasta las cucurbitáceas dispondremos de planta para llevar a lugar definitivo de una forma sencilla. Es importante prever con tiempo las siembras para estar preparados llegado el momento. Es el caso de los pimientos que, dentro de las solanáceas, es el que más temperatura necesita y el más lento para germinar y crecer.

Para que un abono verde cumpla su función hay que tener en cuenta en qué época se tiene que desarrollar para que nos cubra el suelo y tenga tiempo de llegar a la floración. También hemos de pensar cuándo queremos tener la tierra disponible para la siguiente siembra de hortalizas.