A la hora de interactuar con la tierra no debemos olvidar que se trata de un organismo vivo y como tal va cambiando y evolucionando a lo largo del tiempo. Su comportamiento y necesidades serán distintos según las condiciones climáticas y todos los demás factores que influyen sobre ella. A la hora de cultivar es muy importante la observación. Un buen agricultor debe observar los hechos que van aconteciendo en el huerto y aprender así de la tierra, de las plantas, de los insectos y en general de todas las relaciones que se dan en este ecosistema.
Enero es un mes de poca actividad en el huerto, dependiendo del clima se podrán sembrar y cosechar algunos cultivos, pero principalmente durante este mes se realizarán labores de preparación de la tierra con el objetivo de comenzar a plantar en primavera.
Febrero es también un mes con pocas siembras y cosechas en el huerto debido a las bajas temperaturas, aunque dependerá mucho del cima del año y de la zona de cultivo, si es más cálida habrá más actividad.
En marzo, con la subida de temperaturas y con el aumento de horas de luz, la actividad en el huerto se incrementa.
Mayo es un mes de mucha actividad en el huerto, las temperaturas son más altas y hay más horas de luz. Las plantas ya sembradas están en pleno crecimiento y en este mes se terminar de sembrar la mayoría de cultivos de verano. Se caracteriza por ser un mes de exuberancia en el huerto.
Junio es un mes de altas temperaturas y es el mes con días más largos, por lo que el huerto requerirá en este mes bastante atención y trabajo. Por otra parte, aunque es un mes que requiere bastante trabajo también es un mes muy satisfactorio, ya que se empiezan a recolectar muchos cultivos.
Julio es un mes con mucha actividad en el huerto, por una parte es un mes donde se cosechan muchos cultivos y por otra en este mes ya se empiezan a plantar algunos cultivos de otoño e invierno.
En Agosto la actividad en el huerto comienza a descender ya que los días se acortan y las temperaturas por la noche comienzan a ser más bajas. Seguiremos con la cosecha de los productos de verano pero ya centrándonos más en la nueva temporada de otoño.
Aunque la actividad biológica en el huerto no es muy alta este mes si lo es la actividad que tendrá que desarrollar el agricultor, ya que por una parte habrá que recoger los últimos restos de cosecha de verano, y por otra preparar y plantar los cultivos de otoño.
En octubre las temperaturas bajan notablemente y la actividad biológica en el huerto se ralentiza, por lo que aprovecharemos para organizar el huerto y centrarnos en los cultivos de otoño e invierno, a diferencia de verano que predominan los cultivos de frutos en otoño predominan los cultivos de hoja, raíz y bulbos.
En noviembre las temperaturas siguen bajando y hay menos horas de luz, el desarrollo de las plantas se hace más lento. Comienzan a caerse las hojas de los árboles y arbustos caducifolios.
Diciembre es el mes con menos actividad biológica en el huerto debido a las bajas temperaturas y a las pocas horas de luz que tienen los días. Por este motivo dedicaremos este mes en su mayor parte a la evaluación de lo acontecido en el huerto durante el año y la planificación del siguiente.
Abril es un mes en el que también se realiza mucha actividad en el huerto, las temperaturas siguen subiendo pero en muchas zonas todavía tenemos el riesgo de las heladas tardías. Este mes se caracteriza por ser lluvioso, hasta ahora, lo que es positivo para la tierra pero que nos limitará los tiempos de laborar en el huerto, deberemos aprovechar los días soleados para realizar las tareas.